Perpignan, una ciudad orgullosa de sus productos! Descubre este local de vinos y gastronomía, reconocido por su identidad y excelencia.
La puerta de un viñedo con identidad única
Perpignan es la fuerza impulsora del crecimiento comercial de los vinos de Roussillon. La llegada del ferrocarril en 1856 y el desarrollo de la viticultura en el Rosellón en el siglo XIX. Engendraron una importante actividad económica relacionada con el comercio del vino.
Una ciudad Europea
Perpignan es miembro de la red RECEVIN de ciudades vinícolas europeas en 11 países, que llega a casi 800 ciudades. Tiene como objetivo de defender la riqueza de los territorios vitícolas y sus denominaciones de origen. Eso para que las voces de estos territorios se escuchen en el Parlamento Europeo y en las instituciones europeas.
La historia del vino de la ciudad y su imagen actual vinculada a los viñedos de Rosellón han llevado lógicamente a su nombramiento como la ciudad del vino europeo 2019.
Perpignan, la meca del vino y la gastronomía, reconocida por su identidad y excelencia, es una orgullosa capital de sus productos, que seduce a sus visitantes con una experiencia inolvidable.
Rosellón, un viñedo mediterráneo
Como en todo el Mediterráneo, los primeros vestigios de la viticultura y el comercio del vino en el Rosellón se remontan a la antigüedad griega. En la época romana, en un promontorio de colinas que dominan el valle inferior de Tet, se alza Ruscino, una ciudad que precedió a Perpignan. Sus habitantes ya consumían vino hace 2600 años. El comercio de Roussillois se dirigió hacia el Mediterráneo.