Con su hermoso vestido, el vino rosado es sinónimo de verano y de convivencia. El momento ideal para celebrar el verano. ¿Pero sabías que fue el productor de rosé el que eligió la tendencia rosa temporada por temporada? De hecho, el color depende del tiempo de infusión de las pieles de uvas en el jugo. No indica en modo alguno su intensidad u origen.
Contrariamente a ciertas leyendas, no proviene tampoco de la mezcla de vino blanco y vino tinto. El requiere mucho «saber-hacer» para su desarrollo. Hay tres tipos de vino rosado:
- De maceración: este tipo de rosado se elabora a partir de una cosecha de uvas negras colocadas en depósitos hasta 24 horas antes del inicio de la fermentación para que las bayas liberen la pulpa, la piel, las pepitas y el jugo. de uvas. Durante este breve período de vatting, los pigmentos y aromas contenidos en la piel de la uva impregnan el jugo y el matiz hasta el punto de dar color al rosado. Luego se presiona el mosto para separar la parte sólida (piel, semilla) del jugo que solo se fermenta a baja temperatura (18° a 20° C) para preservar los aromas tanto como sea posible.
- De prensado: esta técnica consiste en prensar directamente uvas enteras o quebradas justo después de la cosecha. Una vez que se cosecha el jugo, se pone en cubas y comienza la fermentación. En este caso, el rosado tiene un color más claro, el color salmón, que el rosado de maceración.
- De sangrado: El rosado de sangrado se obtiene de una cosecha en cuba, como para la maceración rosada, pero se destina a producir vino tinto. Después de unas pocas horas de maceración, parte del jugo contenido en la tina se libera y ya ha tomado un tono rosado, para vinificar por separado. El resto de la cosecha se deja en la tina inicial para producir vino tinto.