Champagne, con sus finas burbujas, es el compañero de nuestras mesas de fiesta. ¿Conoces bien este vino espumoso? El champán no es solo un acompañamiento simple, ¡también se incorpora muy bien en la cocina!
¿Cómo se hace el champagne?
Champagne es un vino hecho de una mezcla de tres variedades de uva diferentes de un enólogo: un tercio de Chardonnay, un tercio de Pinot Noir y un tercio de Pinot Meunier. La mezcla de este vino se puede hacer con uvas de diferentes años. Cuando el enólogo tenga un año de cosecha muy bueno, hará una cosecha antigua: es decir, que el 100% de la producción es del mismo año.
Champagne tiene un AOC (Appellation d’Origine Contrôlée) que define que solo se producen uvas en 17 áreas geográficas definidas en el noreste de Francia.
Es durante la última etapa de fabricación que determinaremos la calificación del champgne. Luego de remover los depósitos, el enólogo agregará una cantidad de azúcar que definirá su tipo:
• Sin azúcares añadidos: el champagne será «Brut Nature»
• Entre 0 y 6 gramos de azúcar agregada: el champagne será «Extra Brut»
• Entre 6 y 10gr de azúcar agregada: el champagne estará entre el semiseco y el dulce
• Mayor a 12gr: el champagne estará entre medio seco y dulce
¿Qué es el champagne blanc de blanc?
Viene únicamente de una variedad de uva de Chardonnay. Como esta uva con la piel y pulpa blanca, obtenemos un vino mucho más claro.
¿Cómo se hace el champagne rosado?
Hay dos técnicas:
El ensamblaje: Uno agrega vino tinto de champán a una botella con vino blanco (la mayoría) de champán y uno obtiene champán rosado.
Saignée: esta es la técnica ancestral para crear este tipo de champagne. El vino blanco se macera con la piel del pinot noir y el pinot meunier. El enólogo detiene la maceración cuando cree que ha alcanzado el color rosado deseado. Esta es la técnica más elaborada para hacer este tipo de champán.
¿Con qué beber champán?
Para el champán para un aperitivo, apueste por la ligereza, con un vino fresco y fuerte, los champagnes rosados son muy adecuados para estas ocasiones. Se debe beber a una temperatura de 6 a 8° C.
Servir a una temperatura de 10° C. Para una cosecha excepcional, con un sabor muy complejo, puedes dejar que se eleve hasta 12° C.
Para acompañar los postres, es tradicional otorgar el contenido de azúcar de champaña con el del postre. Para un tronco muy dulce como castañas, praliné, Nutella, apueste por el nombre semiseco o suave para mantener el equilibrio. Como la tendencia es más en el champagne brut y extra brut, elija postres menos dulces a base de frutas aciduladas como la maracuyá, la piña y la frambuesa.