La consultora Wine Intelligence ha identificado las tres tendencias demográficas principales los cambios que se están produciendo en el consumo de vino en el mundo.
El mundo está cambiando de manera acelerada desde la entrada en el nuevo milenio. Los grandes avances tecnológicos, la crisis financiera, los cambios en el modelo laboral, la igualdad de género, el cambio climático o la preocupación por el medio ambiente, para bien o para mal, son solo algunos de los hechos que marcarán el inicio de esta nueva etapa en la historia de la humanidad.
Pero detrás de todos estos cambios están las personas que los hacen posible y los viven día a día. Los cambios demográficos como el envejecimiento de la población, la urbanización o la migración tienen el poder de transformar el mundo en el que vivimos a medida que se renuevan los estilos de vida de los consumidores y por consiguiente las decisiones de compra.
Entonces, ¿cómo afectan los cambios demográficos al consumo de vino? La consultora Wine Intelligence ha realizado una serie de jornadas en diferentes países que, bajo el título «Driving future value in wine» (Impulsar el valor futuro del vino), integra en tres tendencias demográficas principales estos cambios: el envejecimiento de la población, la igualdad de género y la reducción de los hogares.
ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
Los datos de Wine Intelligence indican que la proporción de bebedores de vino regulares de 65 años o más han aumentado significativamente en los últimos años en países como Australia, Estados Unidos, Alemania o China. Si bien se mantienen estables o con crecimientos más moderados en otros países como Japón, Perú o Reino Unido.
IGUALDAD DE GÉNERO
Muchas empresas del sector de bebidas alcohólicas reconocen esta nueva tendencia. Según datos de Wine Intelligence, los intentos por atraer a mujeres y consumidores más jóvenes han llevado a la producción de productos que se fijen más en la salud y bienestar que pasa por vinos más saludables, bajos en alcohol, sin ingredientes artificiales (como los orgánicos) y contenido reducido de carbohidratos. Esto ha creado asimismo un nuevo nicho de mercado, según la consultora.
Por otro lado, cuando se trata del consumo de vino, la proporción consumida por las mujeres es relativamente constante en la mayoría de los mercados y estos no han cambiado considerablemente con el tiempo.
Pero donde se están observando cambios en la decisión de compra de las mujeres, es en sus conocimientos del vino. La investigación llevada a cabo por Wine Intelligence muestra que, si bien las mujeres a nivel mundial tienen algo menos de confianza a la hora de elegir un vino en comparación con los hombres (con un índice del 49% frente a 53%, respectivamente), cada vez tienen más conocimientos (con un índice de 32% para mujeres, que igualan el de los hombres).
HOGARES MÁS REDUCIDOS
Se ha observado un aumentos en el número y la proporción de hogares de personas solteras en varios países desarrollados. Según Wine Intelligence, el 20 por ciento de los bebedores de vino regulares de EE.UU. viven solos. Esto está muy en línea con la proporción de hogares unipersonales, que fue de alrededor del 28% en 2014.
A partir de esta tendencia, Wine Intelligence ha observado cambios en los patrones de compra, así como en el tamaño de los paquetes, incluidas las opciones de monodosis, como el vino enlatado, un formato al alza según la consultora que estima, basándose en datos de IRI Worldwide, que el crecimiento mundial de este tipo de envases fue superior al 20% en 2018, siendo además el único formato de ventas que creció en el mercado global, aunque muy desigual por países.